¿Por qué el gateo es importante? Y ¿Qué pasa si mi bebé no gatea?
- Taly Steuermann Barschak
- 27 feb 2024
- 1 Min. de lectura
Si prestamos atención a la gama de beneficios que ofrece el gateo, nos vamos dando cuenta que brincar esta etapa no sería lo más ideal. Por décadas se ha establecido que el gateo se debería estar completando entre los 8-10 meses (en un mundo ideal). Bien, no todos los infantes llevan el mismo ritmo de desarrollo y a eso debemos añadir que no todos tienen las mismas oportunidades de exposición.

Cuando menciono exposición, me refiero a qué oportunidades de exploración en el suelo se le brinda, cuánto tiempo de “tummy time” se le ofrece y cuánta estimulación se le brinda. Factores como el tiempo que pasa en los brazos de papá o mamá o en una mecedora influyen negativamente en la adquisición de estas destrezas.
Si a los 10 meses se comienza a parar e inclusive a dar pasitos de lado pero nunca gateó, ¿qué se hace?. “Nunca se retrasa o adelanta una destreza, sino que se estimula correctamente para una adquisición natural de la misma”.
En otras palabras, si el bebé se saltó la etapa del gateo, lo ideal es ofrecer ambientes y estímulos donde se promueva la etapa del gateo sin detener la etapa en la que se encuentre.
Hay muchísimas formas de estimular el gateo, pero la fundamental y la primera es la tolerancia al “tummy time”, ya luego se va refinando la destreza hasta llegar a la posición cuádruple y consecuentemente al movimiento en cuádruple (gateo).
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